Son crecimientos exagerados de tejido cicatricial en el sitio de una lesión de piel que ha sanado. A menudo tiene un aspecto grueso y rugoso que simula un tumor. Los queloides pueden reducir de tamaño a través de la aplicación de frío (crioterapia), presión externa, inyecciones de corticosteroides, tratamientos con láser, radiación, o extirpación quirúrgica.
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