Los ganglios linfáticos juegan un papel importante en la protección del organismo contra cualquier infección. Éstos se pueden inflamar incluso cuando la infección no es notoria o es trivial. La inflamación de los ganglios linfáticos se produce generalmente por infección tanto sistémica como localizada, formación de abscesos o cáncer. Las áreas comunes donde se pueden sentir ganglios linfáticos son el área inguinal, las axilas, el cuello, debajo de la mandíbula y del mentón, detrás de las orejas y debajo del occipucio (prominencia en la parte posterior de la cabeza). Por lo general, cuando surge una inflamación de forma repentina y dolorosa, ésta es producida por una lesión o infección. El agrandamiento que aparezca gradualmente y sin dolor puede ser el resultado de un tumor o de un cáncer.
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