Cuando las ondas sonoras llegan al oído, son convertidas en impulsos nerviosos. Estos impulsos van hasta el cerebro, donde éste los interpreta como sonidos. Los mecanismos de la audición del oído interno pueden dañarse fácil por un ruido excesivamente alto que puede causar pérdida auditiva sensorial.
Se recomienda utilizar los navegadores IE9 o superior, Firefox o Google Chrome para visualizar mejor los contenidos de A.D.A.M.