La epistaxis puede ser causada por un traumatismo, irritación o resequedad del revestimiento de la nariz, rinitis alérgica, resfriados o sinusitis. Otras causas pueden ser la obstrucción nasal como en el caso de un tabique desviado u objetos extraños en la nariz. En la mayoría de los casos la epistaxis comienza en el tabique, el cartílago vertical que separa las cámaras nasales y está revestido de vasos sanguíneos frágiles. Esta forma de epistaxis no es grave y suele ser fácil de detener. Se debe buscar ayuda médica si el sangrado persiste después de 15 a 20 minutos del tratamiento, si hay recurrencia de la epistaxis, si la sangre drena persistentemente hacia la garganta o si se sospecha una lesión seria en el cuello o la cabeza.
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