En el trasplante de hígado, se extirpa el hígado enfermo por medio de una incisión que se hace en la parte superior del abdomen. El hígado a trasplantar se coloca en su sitio y se conecta a los vasos sanguíneos y conductos biliares del paciente. El hígado saludable se obtiene de un donante que haya muerto recientemente pero que no haya sufrido de lesión hepática. Los trasplantes de hígado pueden salvar la vida de las personas que de otra forma morirían.
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