Es la mejor manera de limpiar al bebé hasta que el cordón umbilical se caiga. Para hacerlo, se sumerge un pedazo de tela suave en agua tibia y se escurre el exceso. Si es necesario, se disuelve algo de jabón suave en el agua. Se recomienda limpiar la piel del bebé comenzando desde el área de la cabeza y bajando luego por el resto del cuerpo. Se debe prestar especial atención a los pliegues de la piel y al área del pañal. Finalmente, se enjuaga al bebé con agua tibia y limpia y se seca bien.
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