La nariz es una parte muy vascular del cuerpo que contiene muchas arteriolas (pequeños vasos sanguíneos) que pueden sangrar fácilmente. Las hemorragias nasales se presentan más frecuentemente en el invierno cuando el aire interior calentado puede secar las membranas nasales; el aire que se mueve a través de la nariz puede también resecar las membranas y formar costras que sangran cuando se presenta irritación por fricción y por urgarse o sonarse la nariz.
En algunas ocasiones, los sangrados nasales pueden ser indicio de otros trastornos que pueden ser de tipo hemorrágico, de presión sanguínea alta o de endurecimiento de las arterias.
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