El acné en los bebés se observa usualmente en las mejillas, en el mentón y en la frente. Puede estar presente al momento del nacimiento, pero generalmente se desarrolla más o menos a las tres o cuatro semanas de vida. El acné en los bebés se presenta cuando los cambios hormonales en el cuerpo estimulan las glándulas sebáceas de su piel. Esta condición puede dar la impresión de empeorar cuando el bebé llora o cuando se pone nervioso o en cualquier otro caso que ocasione un aumento del flujo sanguíneo a la piel. El acné en los bebés es inofensivo y generalmente desaparece por sí solo en varias semanas.
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