El calentamiento antes del ejercicio y el enfriamiento después son tan importantes como el ejercicio en sí. Mediante un apropiado calentamiento de los músculos y las articulaciones, con movimientos aeróbicos de bajo nivel por 5 a 10 minutos, es posible evitar lesiones y adquirir resistencia con el tiempo. El enfriamiento después del ejercicio por medio de caminatas lentas y estiramientos musculares también puede prevenir la fatiga y las fluctuaciones en la presión arterial.
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