Apnea de la prematuridad

Definición

Apena significa "sin respirar" y se refiere a la respiración que se vuelve lenta o se detiene por cualquier causa. La apnea de la prematuridad se refiere a pausas en la respiración en bebés nacidos antes de las 37 semanas de embarazo (nacimiento prematuro).

La mayoría de los bebés prematuros tienen algún grado de apnea debido a que el área en el cerebro que controla la respiración aún se está desarrollando.

Nombres alternativos

Apnea - recién nacidos; AOP; A y B (Apnea y Briocardia); Apena/Briocardia/Eventos de desaturación de oxígeno (A/B/D en inglés); Episodios de coloración azulada - recién nacidos; Evento de coloración oscura - recién nacidos; Desmayo - recién nacidos; Apena - neonatal

Causas

Hay varias razones por las cuales los recién nacidos, en particular los que nacieron antes de tiempo (prematuramente), pueden presentar apnea, incluyendo:

Otras situaciones de estrés en un bebé prematuro o enfermo pueden empeorar la apnea, incluyendo:

Síntomas

El patrón de respiración de los recién nacidos no siempre es regular y se puede llamar "respiración periódica". Este es un patón más común en recién nacidos prematuros. Consiste en episodios de respiración superficial o pausas cortas de respiración que tardan segundos. Estos episodios son seguidos por períodos de respiración regular. A esto generalmente se le considera un patrón normal y puede esperarse en bebés menos maduros e incluso en los que nacieron a término. Sin embargo, el patrón de respiración, tanto el lapso de las pausas de respiración, y la edad del bebé son importantes al decidir si necesitará ser evaluado más adelante. 

Los episodios o "eventos" de apnea que duran más de 20 segundos se consideran graves. El bebé también puede tener:

Pruebas y exámenes

Todos los bebés prematuros que tienen menos de 35 semanas se gestación son admitidos en las unidades de cuidados intensivos para recién nacidos, o guarderías de cuidados especiales, con monitores especiales porque tienen un riesgo mayor de sufrir apnea. A los bebés mayores que han tenido episodios de apnea también se les colocarán monitores en el hospital. Se realizarán más exámenes si el bebé no es prematuro y luce enfermo. 

Se pueden activar las alarmas por otras razones (como la evacuación de heces o por moverse), por lo que los rastreos del monitor son revisados con regularidad por el equipo de atención médica. 

Tratamiento

La forma de tratar la apnea depende de:

A los bebés que, a excepción de esto, parezcan saludables y algunas veces presenten episodios menores ocasionales simplemente se los vigila. En estos casos, los episodios desaparecen cuando a los bebés se les acaricia o se les "estimula" suavemente durante los episodios cuando se detiene la respiración.

A los bebés que estén bien, pero que son prematuros y/o experimenten múltiples episodios de apnea se les puede suministrar cafeína. Esto ayudará a que el patrón de respiración sea más regular. Algunas veces, el personal de enfermería cambiará la posición del bebé, usará la succión para extraer el líquido o moco de la nariz o la boca, o usará una bolsa y una mascarilla para ayudar con la respiración.

Se puede ayudar con el proceso de la respiración por medio de:

A algunos bebés que siguen teniendo apnea, pero que ya están maduros y saludables, se les puede dar de alta del hospital con un monitor de apnea casero, con o sin cafeína, hasta que superen su patrón inmaduro de respiración.

Expectativas (pronóstico)

La apnea es común en los bebés prematuros. La apnea leve parece no tener efectos prolongados. Sin embargo, la prevención de episodios múltiples o graves es mejor para el bebé en el largo plazo.

La apnea de la prematuridad con mucha frecuencia desaparece a medida que el bebé se aproxima a la "fecha del parto". En algunos casos, como en bebés que nacieron de manera muy prematura o que tienen enfermedad pulmonar grave, la apnea puede persistir unas cuantas semanas más. 

Referencias

Ahlfeld SK. Respiratory tract disorders. In: Kliegman RM, St. Geme JW, Blum NJ, Shah SS, Tasker RC, Wilson KW, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 21st ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 122.

Mitchell LJ, Macfarlane PM, Bavis RW, Martin RJ. Pathophysiology of apnea of prematurity. In: Polin RA, Abman SH, Rowitch DH, Benitz WE, Fox WW, eds. Fetal and Neonatal Physiology. 6th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2022:chap 156.

Patrinos ME. Neonatal apnea and the foundation of respiratory control. In: Martin RJ, Fanaroff AA, Walsh MC, eds. Fanaroff and Martin's Neonatal-Perinatal Medicine. 11th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 67.

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