También conocida como reparación de mielomeningocele, es la cirugía para corregir defectos congénitos de la columna vertebral y las membranas raquídeas. El meningocele y el mielomeningocele son tipos de espina bífida.
Reparación de espina bífida; Reparación de mielomeningocele; Cierre de mielomeningocele; Reparación de mielodisplasia; Reparación de mielodisrafia; Reparación de meningomielocele; Reparación de defecto del tubo neural
Un meningocele causa un bulto anormal en la espalda inferior. Hay dos tipos de meningoceles: abierto (sin piel) y cerrado (la piel que lo recubre está intacta). Es común tener partes de los nervios de la médula espinal dentro del bulto.
Para meningoceles y mielomeningoceles, el cirujano cerrará la abertura en la espalda.
Después del nacimiento, el defecto abierto se cubre con un apósito estéril. Posteriormente pueden transferir a su hijo a una unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Será atendido por un equipo médico experimentado en el cuidado de niños con espina bífida.
Es probable que al bebé se le realizará una RM (resonancia magnética) o un ultrasonido de la espalda para ver la médula espinal. También se le puede hacer una RM o un ultrasonido del cerebro para buscar hidrocefalia (líquido extra en el cerebro).
Si el mielomeningocele no está cubierto de piel o de una membrana al momento del nacimiento, la cirugía se realizará entre 24 a 48 horas después del nacimiento. Esto es para prevenir una infección.
Si su hijo tiene hidrocefalia, se colocará una derivación (tubo plástico) en el cerebro del niño para drenar el exceso de líquido al estómago. Esto evita la presión que podría dañar el cerebro del bebé. Esto se denomina derivación ventriculoperitoneal (VP).
Su hijo no debe exponerse al látex antes, durante, ni después de la cirugía. Muchos niños con esta afección tienen alergias graves a este material.
La reparación de un meningocele o mielomeningocele se necesita para prevenir infección y lesión adicional a la médula espinal y los nervios raquídeos de su hijo. La cirugía no puede corregir los defectos en estas partes.
Los riesgos de cualquier anestesia y cirugía son:
Los riesgos de esta cirugía son:
Un proveedor de atención médica a menudo descubrirá estos defectos antes del nacimiento por medio de un ultrasonido fetal. El proveedor le hará un seguimiento cuidadoso al feto hasta el nacimiento. Es mejor que el bebé llegue a término completo. El médico necesitará hacer un parto por cesárea. Esto para prevenir un daño adicional a la bolsa o al tejido raquídeo expuesto.
A menudo, su hijo deberá permanecer aproximadamente 2 semanas en el hospital después de la cirugía. Debe permanecer acostado horizontalmente sin contacto con el área de la herida. Después de la cirugía, recibirá antibióticos para prevenir una infección.
La resonancia magnética o el ultrasonido del cerebro se volverán a realizar después de la cirugía para ver si se desarrolla hidrocefalia una vez que se haya reparado el defecto en la espalda.
Su hijo puede necesitar fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia. Muchos de los niños con estos problemas tienen discapacidades con la motricidad fina (menuda) y con la motricidad gruesa (grande), al igual que problemas con la deglución en una etapa temprana de sus vidas.
Es posible a que su hijo lo deba ver un equipo de expertos médicos en espina bífida con frecuencia después de su salida del hospital.
El pronóstico del niño depende del estado inicial de su médula espinal y sus nervios raquídeos. Después de una reparación de meningocele, los niños regularmente se recuperan muy bien y no tienen problemas cerebrales, nerviosos o musculares adicionales.
Los niños que nacen con mielomeningocele a menudo tienen parálisis o debilidad de los músculos por debajo del nivel de la columna vertebral donde está el defecto. También podrían no ser capaces de controlar esfínteres y probablemente necesitarán apoyo médico y educativo por muchos años.
La capacidad para caminar y para controlar el funcionamiento de esfínteres depende de la zona de la columna vertebral donde estaba el defecto congénito. Los defectos en la parte más baja de la médula espinal pueden tener un mejor pronóstico.
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