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Es una cirugía para corregir un defecto en la abertura del pene presente al nacer. La uretra (el conducto que lleva la orina desde la vejiga hasta afuera del cuerpo) no termina en la punta del pene. Sino más bien en el lado inferior. En los casos más graves, la uretra tiene la abertura en la mitad o en la base del pene, o en el escroto o por detrás de este.
Uretroplastia; Meatoplastia; Glanuloplastia
La reparación de hipospadias se hace con más frecuencia cuando los niños están entre los 6 meses y los 2 años de edad. La cirugía se realiza de manera ambulatoria. El niño muy pocas veces tiene que pasar una noche en el hospital. A los niños que nacen con hipospadias no se les debe practicar la circuncisión al nacer. El tejido extra del prepucio se puede usar para la reparación del hipospadias durante la cirugía.
Antes de la cirugía, a su hijo se le aplicará anestesia general. Esto hará que quede inconsciente y no será capaz de sentir dolor durante la operación. Los defectos leves pueden repararse en un procedimiento. Los defectos graves pueden necesitar dos o más procedimientos.
El cirujano usará un pedazo pequeño de prepucio o tejido de otro sitio para crear un tubo que aumente la longitud de la uretra. Extender la longitud de la uretra permitirá que esta desemboque en la punta del pene.
Durante la cirugía, el cirujano puede colocar un catéter (sonda) en la uretra para hacer que mantenga su nueva forma. El catéter se puede suturar o sujetar a la cabeza del pene para mantenerlo en su lugar. Se retirará 1 a 2 semanas después de la cirugía.
La mayoría de las suturas (puntos) usadas durante la cirugía se disolverán por sí solas y no será necesario retirarlas posteriormente.
El hipospadias es uno de los defectos congénitos más comunes en los varones. Esta cirugía se lleva a cabo en la mayoría de los niños que nacen con este problema.
Si la reparación no se hace, se pueden presentar problemas más adelante tales como:
La cirugía no se necesita si el defecto no afecta la micción normal estando de pie, la función sexual o el depósito de semen.
Los riesgos de este procedimiento incluyen:
El proveedor de atención médica de su hijo solicitará una historia clínica completa y llevar a cabo un examen físico antes del procedimiento.
Coméntele siempre al proveedor de atención médica de su hijo:
Pregúntele al proveedor de su hijo qué medicamentos debe tomar el niño aun el día de la cirugía.
En el día de la cirugía:
Inmediatamente después de la cirugía, el pene de su niño puede ser pegado con cinta a su abdomen para que no se mueva.
Con frecuencia, se coloca un apósito voluminoso o una copa plástica sobre el pene para proteger el área quirúrgica. Una sonda vesical (utilizada para permitir la salida de la orina de la vejiga) saldrá del apósito para permitir que la orina fluya libremente hacia el pañal.
A su hijo se lo estimulará a tomar líquidos para que orine. Orinar impedirá que se acumule presión en la uretra.
Se le pueden dar medicamentos para aliviar el dolor. La mayoría de las veces, el niño puede salir del hospital el mismo día de la cirugía. Si vive muy alejado del hospital, podría quedarse en un hotel cercano durante la primera noche después de la cirugía.
Su proveedor le explicará cómo cuidar de su hijo en casa después de salir del hospital.
Esta cirugía dura toda la vida. La mayoría de los niños tienen un buen pronóstico después del procedimiento. El pene lucirá y también funcionará casi o completamente normal.
Si su hijo tiene un hipospadias complicado, puede necesitar más operaciones para mejorar la apariencia del pene o para reparar un agujero o estrechamiento en la uretra.
Es posible que sean necesarias visitas de control con un urólogo una vez que su hijo haya sanado de la cirugía. Algunas veces, se necesita una consulta con el urólogo cuando los niños llegan a la pubertad.
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