La preferencia por un solo alimento (food jag) se da cuando el niño únicamente come un alimento, o un grupo muy pequeño de alimentos, comida tras comida. Algunos otros comportamientos alimentarios comunes en la infancia que pueden preocupar a los padres incluyen el temor a nuevos alimentos y el rechazo a comer lo que se sirve.
Renuencia a comer; Miedo a los alimentos nuevos
Los hábitos de alimentación de los niños pueden ser una forma de sentirse independientes. Esto es parte de su desarrollo normal.
Como padre o cuidador, es su tarea brindar opciones de alimentos y bebidas saludables. También puede ayudarle a su hijo a desarrollar buenos hábitos alimentarios, estableciendo horas regulares para las comidas y los refrigerios, haciendo que las horas de las comidas sean positivas, y modelando elecciones saludables para usted mismo. Permítale al niño decidir cuánto va a comer en cada comida. NO le insista en que "deje el plato limpio". En lugar de esto, invite a los niños a comer cuando tengan hambre y a dejar de comer cuando se sientan satisfechos.
A los niños se les debe permitir escoger alimentos con base en sus gustos y disgustos y en sus necesidades calóricas. Forzar a un niño a comer o premiarlo con la comida no favorece la adquisición de mejores hábitos alimentarios. De hecho, estas acciones pueden ocasionar problemas de comportamiento duraderos.
Si el tipo de comida que su hijo está solicitando es nutritivo y fácil de preparar, continúe ofreciéndoselo junto con una variedad de otros alimentos en cada comida. En la mayoría de los casos, los niños comenzarán a comer otros alimentos dentro de poco. Una vez que un niño se centra en un alimento en particular, puede ser muy difícil de sustituirlo por una alternativa. NO se preocupe si su hijo sigue sin comer mucho en una comida. Esto lo compensará en otra comida o refrigerio. Simplemente siga proporcionando alimentos nutritivos en las comidas y refrigerios.
Las medidas que usted puede tomar para ayudar a que su hijo pruebe alimentos nuevos incluyen:
TEMOR A LOS NUEVOS ALIMENTOS
El temor a los nuevos alimentos es común en los niños y no se los debe obligar a consumirlos. Es posible que sea necesario ofrecerle a un niño un nuevo alimento de 8 a 10 veces antes de que lo acepte. Seguir ofreciéndole nuevos alimentos ayudará a incrementar la probabilidad de que el niño finalmente los pruebe y que quizás incluso le gusten.
La regla del sabor -- "uno tiene que degustar al menos cada alimento en su plato" -- puede funcionar para algunos niños y sus familias. Sin embargo, este método puede hacer que su hijo se resista más. Los niños imitan el comportamiento de los adultos. Si otro miembro de la familia no consume los alimentos nuevos, no se puede esperar que el niño quiera experimentar.
Trate de no etiquetar los hábitos de alimentación de su hijo. Las preferencias por la comida cambian con el tiempo, así que un niño puede desarrollar gusto por un alimento que previamente rechazaba. Al comienzo, puede parecer como un desperdicio de comida, pero a la larga, un niño que acepte una gran variedad de alimentos hace mucho más fácil la planificación y preparación de comidas.
RENUENCIA A COMER LO QUE SE SIRVE
Negarse a comer lo que les sirvan puede ser una forma poderosa para muchos niños de controlar las acciones de otros miembros de la familia. Algunos padres hacen todo lo posible para garantizar que el consumo de comida de su hijo sea el adecuado. Los niños saludables comen lo suficiente si se les ofrece una variedad de alimentos nutritivos. El niño puede comer muy poco en una comida y compensarlo con otra comida o refrigerio.
REFRIGERIOS
Es importante para los niños fijar horarios para las comidas y refrigerios. Los niños necesitan mucha energía, lo que hace que los refrigerios sean una parte importante de su alimentación diaria. Sin embargo, los refrigerios no significan golosinas. Las frutas, las verduras y los productos integrales deben estar encabezando la lista de los refrigerios. Algunas sugerencias para el refrigerio son paletas de frutas congeladas, leche, porciones de verduras, porciones de fruta, cereal seco mezclado, galletas saladas, queso derretido en una tortilla integral o un emparedado pequeño.
Permitirle al niño tener el control del consumo de alimentos puede parecer difícil al principio. Sin embargo, le ayudará a promover hábitos alimentarios saludables para toda la vida.
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