Es una afección que ocurre en un bebé cuya madre está infectada con el virus que causa la rubéola. Congénita significa que la afección está presente desde el nacimiento.
La rubéola congénita ocurre cuando el virus de la rubéola en la madre afecta al feto en los primeros 3 meses del embarazo. Después del cuarto mes, si la mujer tiene una infección de rubéola, es menos probable que la infección ocasione daños al feto.
La cantidad de bebés que nacen con esta afección es mucho menor desde que se desarrolló la vacuna para la rubéola.
Las mujeres embarazadas y sus fetos están en riesgo si:
Los síntomas en el bebé pueden incluir:
El proveedor de atención médica del bebé ordenará exámenes de sangre y de orina para verificar si hay presencia del virus.
No hay un tratamiento específico para la rubéola congénita. El tratamiento se basa en los síntomas.
El pronóstico para un niño con rubéola congénita depende de la gravedad de los problemas. Los defectos cardíacos a menudo se pueden corregir. El daño al sistema nervioso es permanente.
Las complicaciones pueden involucrar muchas partes del cuerpo.
OJOS:
CORAZÓN:
SISTEMA NERVIOSO CENTRAL:
OTRAS:
Comuníquese con su proveedor si:
La vacunación antes del embarazo puede prevenir esta afección. Las mujeres embarazadas que no hayan sido vacunadas deben evitar el contacto con personas que tengan el virus de la rubéola.
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