Es una infección que ocurre cuando las esporas del hongo Coccidioides immitis ingresan al cuerpo a través de los pulmones.
Fiebre del Valle San Joaquín; Coccidioidomicosis, Cocci; Reumatismo del desierto
La fiebre del Valle es una infección micótica que se observa con mayor frecuencia en las regiones desérticas del suroeste de los Estados Unidos, al igual que en América del Sur y Centroamérica. Se contrae inhalando hongos del suelo. La infección empieza en los pulmones. Afecta comúnmente a personas de más de 60 años de edad.
Esta fiebre también se denomina coccidioidomicosis.
Viajar a un área donde el hongo se observa comúnmente aumenta el riesgo de contraer esta infección. Sin embargo, usted es más propenso a desarrollar una infección seria si vive en un lugar donde se encuentre el hongo y tiene un sistema inmunitario debilitado debido a:
Las personas de ascendencia de nativos americanos, africanos o filipinos se ven afectadas de forma desproporcionada.
La mayoría de las personas con la fiebre del Valle nunca tiene síntomas. Otras pueden tener síntomas de resfriado, síntomas seudogripales o de neumonía. Si se presentan síntomas, típicamente empiezan de 5 a 21 días después de estar expuesto al hongo.
Los síntomas comunes incluyen:
En pocas ocasiones, la infección se propaga desde los pulmones a través del torrente sanguíneo hasta comprometer la piel, los huesos, las articulaciones, los ganglios linfáticos y el sistema nervioso central u otros órganos. Esta propagación se denomina coccidioidomicosis diseminada.
Las personas con esta forma más generalizada pueden resultar muy enfermas. Los síntomas pueden incluir:
Las lesiones cutáneas de la fiebre del Valle a menudo son un signo de enfermedad generalizada (diseminada). Con la infección más generalizada, las úlceras o lesiones cutáneas casi siempre se observan en la cara.
El proveedor de atención médica realizará un examen físico y hará preguntas acerca de los síntomas. Los exámenes que se realizan para las formas más leves de esta enfermedad incluyen:
Los exámenes que se hacen para las formas generalizadas o más graves de la infección incluyen:
Si usted tiene un sistema inmunitario sano, la enfermedad casi siempre desaparece sin tratamiento. El proveedor puede recomendar reposo en cama y el tratamiento de los síntomas seudogripales hasta que desaparezca la fiebre.
Si usted tiene un sistema inmunitario debilitado, puede necesitar tratamiento antimicótico con anfotericina B, fluconazol o itroconazol. El itraconazol es la mejor opción farmacológica en personas con dolor articular o muscular.
Algunas veces, se necesita cirugía para extirpar la parte infectada del pulmón (en caso de enfermedad crónica o grave).
El pronóstico depende de la forma de la enfermedad que usted tenga y de su salud general.
Es probable que el desenlace clínico en la enfermedad aguda sea bueno. Con tratamiento, el desenlace clínico para las formas crónica o grave de la enfermedad también suele ser bueno (aunque puede haber recaídas). Las personas con la enfermedad diseminada tienen una tasa alta de mortalidad.
La fiebre del Valle diseminada puede causar:
Estos problemas son mucho más probables si usted tiene un sistema inmunitario debilitado.
Comuníquese con su proveedor para programar una cita si tiene síntomas de fiebre del Valle o si su estado no mejora con el tratamiento.
Las personas con problemas inmunitarios (como las personas con VIH/sida y aquellas que usan fármacos que inhiben el sistema inmunitario) deben evitar ir a lugares en donde se encuentra este hongo. Si usted ya vive en esas áreas, otras medidas que se pueden tomar incluyen:
Tome los medicamentos preventivos según las indicaciones de su proveedor.
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