Es un tipo infrecuente de deficiencia de la hormona del crecimiento por el cual se producen defectos en el desarrollo de los hueso y cartílagos.
La acondrogénesis es hereditaria, lo cual significa que se transmite de padres a hijos.
Se sabe que algunos tipos son recesivos, lo que quiere decir que ambos padres portan el gen defectuoso, pero no les afecta la afección. La probabilidad de que un hijo futuro resulte afectado es del 25%.
Los síntomas pueden incluir:
Las radiografías muestran problemas óseos asociados con la afección.
Actualmente no existe un tratamiento para esta afección. Hable con su proveedor de atención médica acerca de las decisiones con respecto a los cuidados.
Quizás sea buena idea buscar asesoría genética.
En la mayoría de los casos, el pronóstico es muy desalentador. Muchos de los niños con acondrogénesis son mortinatos o mueren poco tiempo después del nacimiento, debido a problemas respiratorios relacionados con el tórax anormalmente pequeño.
Esta afección con frecuencia es mortal en las primeras etapas de la vida.
Esta afección se diagnostica con frecuencia en el primer examen de un bebé.
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