Es una infección viral de la retina del ojo que provoca inflamación.
Retinitis por citomegalovirus
La CMV es un miembro de un grupo de los virus del tipo herpes. La infección con CMV es muy común. La mayoría de las personas están expuestas al CMV durante su vida, pero típicamente solo los individuos con sistemas inmunitarios debilitados resultan enfermos a causa de esta infección.
Las infecciones graves por CMV se pueden presentar en personas con sistemas inmunitarios debilitados como resultado de:
Algunas personas con retinitis por CMV son asintomáticas.
Si se presentan síntomas, estos pueden incluir:
La retinitis generalmente comienza en un ojo, pero a menudo progresa hasta el otro ojo. Sin tratamiento, el daño progresivo a la retina puede llevar a la ceguera en un lapso de 4 a 6 meses o menos.
La retinitis por CMV se diagnostica a través de un examen oftalmológico. La dilatación de las pupilas y una oftalmoscopia mostrarán signos de este tipo de retinitis.
El diagnóstico de la infección por CMV se puede hacer con exámenes de sangre u orina en los que se buscan sustancias específicas para la infección. Sin embargo, puede haber infección incluso con un examen negativo de sangre u orina. El CMV puede afectar órganos específicos, como la retina o el tracto gastrointestinal (GI), y los exámenes de sangre y orina pueden ser negativos. Una biopsia de tejido puede detectar la infección viral y la presencia de partículas virales de CMV, pero esto se puede hacer solo para ciertos órganos (tracto GI) y no otros (ojos).
El objetivo del tratamiento es evitar que el virus se replique y estabilizar o restaurar la visión y prevenir la ceguera. Con frecuencia se necesita un tratamiento prolongado. Los medicamentos se pueden administrar por la boca (oralmente), a través de una vena (por vía intravenosa) o inyectarse directamente dentro del ojo (intravítreo).
Incluso con tratamiento, la enfermedad puede empeorar hasta la ceguera. Esta progresión puede suceder debido a que el virus se ha vuelto resistente a los medicamentos antivirales por lo que los medicamentos ya no son efectivos, o a que el sistema inmunitario de la persona se ha deteriorado más.
La retinitis por CMV también puede llevar a un desprendimiento de retina, en el cual la retina se separa de la parte posterior del ojo, causando ceguera.
Las complicaciones que se pueden presentar incluyen:
Comuníquese con su proveedor de atención médica si los síntomas empeoran, no mejoran con el tratamiento o si se presentan nuevos síntomas.
Las personas con VIH/sida (especialmente aquellas con un conteo de CD4 muy bajo) que presenten problemas de visión deben solicitar una cita de inmediato para un examen oftalmológico.
Una infección por CMV generalmente solo provoca síntomas en personas con un sistema inmunitario debilitado. Ciertos medicamentos (tales como el tratamiento contra el cáncer) y enfermedades (tales como el VIH/sida) pueden provocar un sistema inmunitario debilitado.
Las personas con sida que tengan un conteo de CD4 de menos de 250 células/microlitro (cells/µL) o 250 células/milímetro cúbico (cells/mm3) deben ser examinadas periódicamente para detectar esta afección, incluso si no tienen síntomas. Si usted tuvo retinitis por CMV en el pasado, pregunte a su proveedor si necesita un tratamiento para prevenir la reaparición de la afección.
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