La anemia es una afección en la cual el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos. Los glóbulos rojos proporcionan oxígeno a los tejidos del cuerpo.
Los glóbulos rojos duran aproximadamente unos 120 días antes de que el cuerpo los elimine. En la anemia hemolítica, los glóbulos rojos en la sangre se destruyen antes de lo normal.
La anemia hemolítica inmunitaria ocurre cuando se forman anticuerpos contra los glóbulos rojos del propio cuerpo y los destruyen. Esto sucede debido a que el sistema inmunitario reconoce erróneamente a estos glóbulos como extraños.
Anemia hemolítica de tipo inmunitaria; Anemia hemolítica autoinmunitaria (AIHA)
Las posibles causas incluyen:
Cuando se forman anticuerpos contra los glóbulos rojos sin razón, la afección se denomina anemia hemolítica idiopática autoinmunitaria.
Los anticuerpos también pueden ser causados por:
Los factores de riesgo están relacionados con las causas.
Si la anemia es leve, es posible que usted no tenga síntomas. Si el problema aparece lentamente, los síntomas que pueden producirse primero abarcan:
Si la anemia empeora, los síntomas pueden abarcar:
Usted puede necesitar las siguientes pruebas:
El primer tratamiento que se intenta generalmente es un medicamento esteroide, como prednisona. Si un medicamento esteroide no mejora la afección, se puede contemplar la posibilidad de un tratamiento con inmunoglobulina intravenosa (IGIV), o se puede considerar la extirpación del bazo (esplenectomía).
Usted también puede recibir un tratamiento para inhibir el sistema inmunitario si no hay respuesta a los esteroides. Se han empleado medicamentos como azatioprina (Imuran), ciclofosfamida (Cytoxan) y rituximab (Rituxan).
Las transfusiones sanguíneas se administran con precaución, debido a que es posible que la sangre no sea compatible y puede causar la destrucción de más glóbulos rojos.
La enfermedad puede comenzar rápidamente y ser muy grave o puede seguir siendo leve y no necesitar un tratamiento especial.
En la mayoría de las personas, los esteroides o la esplenectomía pueden controlar la anemia total o parcialmente.
La anemia grave casi nunca lleva a la muerte. Se puede presentar una infección grave como complicación del tratamiento con esteroides, otros medicamentos que inhiben el sistema inmunitario o la esplenectomía, ya que estos tratamientos deterioran la capacidad del cuerpo para combatir la infección.
Comuníquese con su proveedor de atención médica si presenta fatiga o dolor torácico inexplicable o signos de infección.
La detección de anticuerpos en sangre donada y en el receptor puede prevenir la anemia hemolítica relacionada con las transfusiones sanguíneas.
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