La muestra de vellosidades coriónicas o MVC es una prueba prenatal que puede detectar ciertas anomalías genéticas en el feto. Para realizar la prueba, un médico usa una aguja para tomar muestras de células de la placenta. Estas células luego se analizan en busca de problemas genéticos.
Las pruebas prenatales a menudo son una preocupación para los futuros padres. Es importante recordar que la mayoría de las pruebas son normales y los resultados anormales pueden brindar oportunidades para realizar intervenciones satisfactorias o para tomar decisiones con conocimiento.
La MVC no es una prueba de rutina. Puede ofrecerse a mujeres embarazadas que tienen un mayor riesgo de tener un bebé con un defecto genético congénito que se puede detectar con esta prueba. Se incluyen entre estas mujeres las siguientes:
La muestra de vellosidades coriónicas (MVC) es un examen de diagnóstico que normalmente se realiza entre las semanas 10 a 12 del embarazo en mujeres que hayan tenido una prueba de detección anormal. La amniocentesis, en cambio, se practica por lo general de la semana 15 a 18 del embarazo. Alrededor de 1 en 200 a 1 en 300 mujeres que se someten a la MVC tendrá un aborto espontáneo. Los médicos que llevan a cabo muchos procedimientos de MVC tienen el riesgo más bajo de aborto espontáneo, así que verifique que su médico sea alguien con mucha experiencia en la realización de este procedimiento.
La MVC temprana, antes de las 9 semanas, algunas veces causa defectos congénitos en las extremidades, por ejemplo, falta de dedos en las manos y los pies y, en ocasiones, malformaciones en la lengua y la mandíbula. La mayoría de los médicos están de acuerdo en que la MVC no se debe hacer antes de las 10 semanas.
La MVC se puede escoger como el método de prueba prenatal para aquellas mujeres que no pueden someterse a una amniocentesis y para aquellas que pueden considerar la posibilidad de un aborto terapéutico en caso de defectos congénitos. Si el feto tiene serias complicaciones, con frecuencia es más fácil y más seguro un aborto temprano que uno en el segundo trimestre o un posible aborto espontáneo en el segundo trimestre.
Decidir someterse a pruebas genéticas prenatales es una compleja decisión personal. Puede que usted desee consultar con un asesor en genética para discutir los pros y los contras de las pruebas y cómo los resultados pueden afectar tanto a usted como a su familia.
Solicite a su médico que le explique en su totalidad los beneficios y riesgos del procedimiento. Antes de someterse a MVC, su medico le pedirá que firme una autorización.
Puede ser que le pidan que tome líquidos y se abstenga de orinar por unas cuantas horas antes de la prueba. Una vejiga llena puede ayudar a colocar el útero en una posición adecuada.
Hay dos formas de tomar la muestra de vellosidades coriónicas: a través del cuello uterino (MVC transcervical) y a través del abdomen (MVC transabdominal). La MVC transabdominal parece tener un riesgo menor de aborto espontáneo. Si no es posible alcanzar la placenta a través del abdomen, el médico puede hacerlo a través del cuello uterino.
Si la prueba se realiza a través del cuello uterino, se limpian la vagina y el cuello uterino con un antiséptico. Guiado por una ecografía, el médico inserta un catéter a través de la vagina y el cuello uterino hasta el vello coriónico, los hilos de tejido (vellosidades) que sostienen al saco amniótico adherido a la pared uterina.
Después, el médico succiona una pequeña cantidad de vellosidades con una jeringa. Las células de dichas vellosidades, que usualmente contienen la misma información genética que el feto, son analizadas para determinar o detectar ciertas anomalías genéticas.
Algunas mujeres no experimentan dolor con la MVC transcervical; otras dicen experimentar una sensación de presión o calambres similar a la del examen pélvico.
Cuando la MVC se realiza a través del abdomen, es muy parecida a la amniocentesis. Se utiliza una ecografía para guiar una aguja delgada y hueca a través del abdomen hacia la vellosidad coriónica. Se succiona un poco de las vellosidades por medio de la aguja, se extrae y luego se analiza.
La MVC transabdominal puede producir una sensación similar a una extracción de sangre.
A menudo se recomienda a las mujeres descansar unas horas después de una CVS. Algunas mujeres experimentan opresión o manchado (sangrado) durante un día o dos después del procedimiento.
Los resultados de las pruebas normalmente están disponibles en unos cuantos días o dos semanas. Más del 95% de las mujeres que se someten a una MVC descubrirán que su feto es genéticamente normal.
La MVC puede descartar o detectar con certeza anomalías genéticas en más del 99% de las veces. Algunas veces, los resultados de la prueba no son concluyentes. Una mujer que obtenga resultados que no sean concluyentes en una prueba de MVC puede optar por hacerse una amniocentesis posteriormente en su embarazo.
Su doctor puede realizar un ultrasonido de seguimiento para asegurarse de que el feto no resultó dañado en el procedimiento.
Los riesgos asociados con la MVC incluyen aborto espontáneo, defectos congénitos, ruptura del saco amniótico, infección uterina y sangrado vaginal.
P: ¿Detecta la MVC las mismas anomalías que la amniocentesis?
R: A excepción de los defectos del tubo neural como la espina bífida, la MVC puede descartar o detectar los mismos trastornos genéticos que la amniocentesis.
P: Si se detecta un defecto congénito en mi feto, ¿se puede tratar?
R: Existen unas cuantas afecciones que se pueden tratar de forma prenatal; sin embargo, la mayoría de los defectos congénitos detectados por medio de una MVC no se pueden contrarrestar. Investigaciones futuras pueden llevar a tratamientos adicionales para defectos congénitos específicos. Algunas parejas optan por practicar un aborto si descubren que su feto tiene una anomalía grave.