Es el término utilizado para referirse a náuseas y vómitos persistentes durante el embarazo.
Si bien más de la mitad de las mujeres embarazadas experimentan alguna forma de náuseas o vómitos, solamente del 1.5% al 2% sufren de hiperemesis gravídica, una afección mucho más seria. La hiperemesis gravídica, que muchas veces provoca deshidratación y desnutrición, anualmente envía al hospital a más de 50,000 mujeres embarazadas. Aunque es más común en el primer trimestre, frecuentemente continúa durante todo el embarazo. Por fortuna, si se diagnostica a tiempo y se trata de manera apropiada, representa poco riesgo para usted o su bebé.
Se desconoce la causa exacta de la hiperemesis gravídica, pero algunos de los factores que pueden influir son:
Las mujeres con mayor riesgo de hiperémesis gravídica incluyen a aquellas que experimentan su primer embarazo, llevan en su vientre a más de un bebé, son menores de 24 años o llevan un feto de sexo femenino. Las mujeres con antecedentes de náuseas durante el embarazo y aquellas que son obesas también encaran un riesgo mayor.
Los síntomas son inconfundibles y algunas veces impactantes, incluyendo:
* (Estos síntomas resultan de la desnutrición y deshidratación provocadas por el vómito excesivo.)
Su médico puede realizar varias pruebas para descartar otras causas posibles, incluyendo:
Su médico también puede realizar un chequeo para ver si hay señales de deshidratación, por medio de pruebas de orina y de sangre.
Si está experimentando náuseas y vómitos severos, es importante que se ponga en contacto con su médico Si éstos se tratan de la manera apropiada, no deben causar complicaciones serias para usted o su bebé. Su médico puede decirle si su caso es leve o grave. Si es leve, usted debe modificar su dieta comiendo más proteínas y carbohidratos complejos como nueces, queso y galletas saladas y leche. Lo mejor es consumir estos alimentos en pequeñas cantidades, varias veces al día. Usted también debe evitar comer alimentos grasosos, debe tomar suficiente agua y descansar lo más que pueda. (Para más sugerencias, vea nuestro artículo sobre náuseas del embarazo). Su médico también puede recomendarle tomar antiácidos y un medicamento antiemético (anti-vómito).
Los medicamentos que su doctor puede recetar para casos severos incluyen:
Los casos severos de hiperémesis gravídica requieren hospitalización. Una vez que esté en el hospital, usted puede recibir líquidos por vía intravenosa, glucosa, electrolitos y, de vez en cuando, vitaminas y otros suplementos nutritivos. También se puede llevar un control de sus niveles de vitaminas, ya que las mujeres que sufren de hiperémesis gravídica frecuentemente tienen deficiencia de tiamina, riboflavina, vitamina B6, vitamina A y proteínas relacionadas con el retinol. Recuerde que las mujeres embarazadas necesitan mantener un nivel más alto de calorías, proteínas, hierro y folato que las mujeres que no están embarazadas. Su médico le dirá los niveles suficientes y cómo mantenerlos.
Se pueden administrar drogas y sedantes anti-náuseas y en este caso se le recomienda descansar. Después de recibir líquidos vía intravenosa por 24-48 horas, usted puede estar lista para llevar una dieta de líquidos claros y luego continuar con varias comidas pequeñas al día. Su médico le dará seguimiento después de que salga del hospital y tendrá que reingresar si los problemas continúan o reaparecen.
Con frecuencia, se recomienda que las mujeres que padecen de hiperémesis gravídica reciban ayuda de un consejero, ya que los problemas emocionales no sólo pueden contribuir a esta afección, sino que también pueden resultar de ésta.
P: ¿Qué pasos puedo tomar para evitar que esto me suceda a mí?
R: Las mujeres que comienzan a tomar vitaminas prenatales temprano en el embarazo parecen tener un riesgo menor de hiperémesis. Una vez que comienzan los síntomas, es importante obtener atención tan pronto como sea posible para que el problema no avance.
P: Estoy sufriendo de un caso leve de hiperémesis gravídica. ¿Voy a estar así durante todo mi embarazo?
R: Para la mayoría de las mujeres, las náuseas y los vómitos son peores entre la sexta y 12ª semana de gestación, pero disminuirán e incluso desaparecerán en la segunda mitad del embarazo.
P: ¿Hay algunas complicaciones serias con la hiperemesis gravídica?
R: Las complicaciones son muy raras, pero sí suceden. Hay informes de casos raros de desgarros Mallory-Weiss (desgarros en la parte cardiaca del estómago debido a vómitos excesivos) y de encefalopatía de Wernicke (un síndrome relacionado con una deficiencia de tiamina que puede provocar desorientación, confusión y coma).
El aborto espontáneo es extremadamente raro. De hecho, las mujeres con casos serios de náuseas y vómitos tienen índices menores de aborto espontáneo que aquellas que tienen un embarazo temprano sin sobresaltos.