El desprendimiento prematuro de la placenta es la separación de la placenta de la pared interior del útero que ocurre antes del parto. Los nombres alternativos son abruptio placentae y placenta abruptio.
En la mayoría de los embarazos, la placenta permanece unida con firmeza a la parte superior de la pared uterina. En 1 de cada 150 embarazos, usualmente durante el tercer trimestre, la placenta se separa de la pared del útero de forma prematura, causando sangrado. Generalmente sólo se separa una parte de la placenta, en otras ocasiones se desprende totalmente.
La placenta es la línea vital de un feto y si se desprende es un problema serio. El desprendimiento prematuro de la placenta disminuye el suministro de oxígeno y nutrientes al feto, lo cual lo convierte en una de las principales causas que provocan la muerte fetal en el tercer trimestre. Sin embargo, todas las madres y más del 90% de sus bebés, sobreviven al desprendimiento prematuro de la placenta. La muerte de la madre es rara.
Nadie comprende totalmente los factores que ocasionan el desprendimiento de la placenta, sin embargo, las mujeres con hipertensión arterial crónica tienen el riesgo más alto. Otros factores de riesgo incluyen, cardiopatía, diabetes, tabaquismo y el consumo de cocaína o alcohol. Las mujeres afroamericanas, mayores de 40 años o que hayan tenido desprendimiento prematuro de la placenta anteriormente, tienen más posibilidades de sufrirla. Una herida a la madre, por ejemplo en un accidente automovilístico, también puede causar un desprendimiento.
Los síntomas más comunes son sangrado vaginal y contracciones dolorosas. La cantidad de sangrado depende de cuánto se haya desprendido la placenta.
Algunas veces, la sangre se acumula entre la placenta y la pared uterina, por esta razón, no se observa sangrado de la vagina. Esté al tanto de los síntomas, como cólicos abdominales o dolor severo, dolor de espalda y disminución de los movimientos fetales.
Si sufre de alguno de estos síntomas o algún tipo de sangrado vaginal durante su embarazo, comuníquese con su médico de inmediato.
La evaluación comienza con un examen físico. Su médico observará las contracciones uterinas y la respuesta de su feto a éstas. También puede hacerse una ecografía; no obstante, sólo la mitad del desprendimiento prematuro de la placenta se puede detectar a través de ésta (para más información sobre qué esperar de una ecografía.)
Si el desprendimiento de su placenta es leve, su médico puede recomendarle reposo para detener el sangrado. Después de unos pocos días, puede retomar sus actividades normales.
Si el desprendimiento es moderado, es probable que usted tenga que permanecer en un hospital para que el personal médico pueda examinar detenidamente tanto a su feto como a usted. Su médico puede utilizar un monitor electrónico para reconocer la frecuencia cardiaca del feto. Usted puede necesitar una transfusión sanguínea. Si se presenta algún síntoma de angustia, su médico puede inducir un parto prematuro. Si no puede dar a luz a través de su vagina, su médico realizará una cesárea.
El desprendimiento severo de la placenta es una emergencia. Si se presenta alguna señal de que la vida de su bebé se encuentra en peligro, su médico inducirá el parto de inmediato, usualmente por cesárea, si hay alguna señal de que su bebé está en peligro. En alrededor de 1 cada 800 embarazos, un desprendimiento de placenta causa el nacimiento de un mortinato.
Aunque el desprendimiento prematuro de la placenta no se puede prevenir, lo mejor que puede hacer es mantener bajo control las afecciones relacionadas con ésta, como hipertensión arterial, cardiopatía y diabetes. Usted puede reducir más aún su riesgo evitando el consumo de cocaína, alcohol y tabaco. Si ha tenido un desprendimiento de placenta en un embarazo anterior, hable con su médico acerca de posibles estrategias de prevención.
P: ¿Cuál es la diferencia entre placenta previa y desprendimiento prematuro de la placenta?
R: En el desprendimiento prematuro de la placenta, ésta se separa parcial o completamente de la pared uterina antes del parto. En la placenta previa, ésta se encuentra ubicada sobre o próxima al cuello uterino, en la parte baja del útero. Las pacientes con desprendimiento prematuro de la placenta usualmente experimentan contracciones dolorosas con sangrado, mientras las pacientes con placenta previa sufren de sangrados sin dolor. En ambos casos, tiene muchas probabilidades de que se les practique una cesárea. Ambas afecciones pueden conducir a una gran hemorragia y pueden ser peligrosas para la madre y el feto si no son tratadas con rapidez. Sin embargo, con ecografías y el control de la frecuencia cardíaca del feto ambas afecciones generalmente se pueden tratar con éxito.
P: He sufrido de sangrado vaginal durante mi tercer trimestre de embarazo. ¿Puede esto significar que sufro de desprendimiento prematuro de la placenta?
R: Informe de inmediato a su médico sobre cualquier cantidad de sangrado que experimente a finales de su embarazo. El desprendimiento prematuro de placenta puede diagnosticarse a través de un proceso de descarte. Primero, el médico determinará si usted tiene placenta previa. Si se eliminan ésta y otras causas de sangrado, puede que haya una probabilidad de que tenga desprendimiento prematuro de la placenta. Otras causas de sangrado vaginal a finales de su embarazo son:
P: He tenido desprendimiento prematuro de placenta antes. ¿Cuáles son las probabilidades de experimentarla de nuevo en mi próximo embarazo?
R: Si usted ha tenido desprendimiento prematuro de placenta antes, sus probabilidades de experimentarla de nuevo son aproximadamente de 1 en 20.