Las fórmulas para niños son una fuente nutricional para niños menores de un año de edad. Una variedad de fórmulas se encuentran disponibles para los niños menores de 12 meses, si no consumen leche materna. Estas fórmulas varían en la densidad calórica, composición de nutricional e ingredientes, digestibidad, sabor y costo.
Las pautas para las fórmulas y los criterios para una alimentación infantil normal, basadas en la leche materna humana, han sido establecidas por la Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP ).
Entre los tipos específicos de fórmulas se encuentran:
Las fórmulas a base de leche normal contienen proteína de leche de vaca sometida a un tratamiento térmico a altas temperaturas (en concentraciones reducidas), lactosa y minerales de leche de vaca, aceites vegetales, minerales y vitaminas. La cantidad de cada nutriente, se establece según los patrones basados en los niveles de la leche materna.
AAP recomienda para todos los niños las fórmulas enriquecidas con hierro. Las fórmulas normales contienen 20 kilocalorías/onza y 0.45 gramos de proteína/onza. Por lo general, no se recomiendan suplementos vitamínicos adicionales.
Consumir más de las vitaminas requeridas diariamente no es necesario, pero sí potencialmente perjudicial. Dependiendo del abastecimiento de agua, los pediatras pueden prescribir un suplemento de fluoruro para contribuir con el sano desarrollo de los dientes y huesos.
El manejo de los niños con problemas metabólicos debe discutirse con un dietista experimentado y un médico. La selección de la fórmula puede ser determinada por estado del tracto gastrointestinal y el metabolismo del niño.
La mezcla incorrecta de las fórmulas para niños puede provocar dolor abdominal, consumo inadecuado de calorías u otros problemas. Nunca se debe diluir de más la fórmula, ya que esto puede alterar el balance de sal de su bebé, lo que puede provocar convulsiones. Utilizar el tipo de fórmula incorrecta para niños con necesidades especiales, puede ocasionar que la condición del bebé empeore. Los bebés alimentados con fórmula también tienen un mayor riesgo de una variedad de problemas de salud comparados con otros bebés que son amamantados.
La AAP recomienda que los bebés sean alimentados con leche materna o fórmula, un mínimo de 12 meses.
La leche de vaca regular por sí sola no es adecuada para los niños, ya que los riñones de los bebés no pueden funcionar tan eficientemente como los de un adulto. La leche de vaca también contiene demasiadas proteína (y, en particular, mucha caseína, que es un tipo de proteína). Los minerales no se absorben con facilidad y existe un riesgo creciente de sensibilización a las proteínas de la leche. Además, no es apropiado utilizar durante el primer año de vida las leches bajas en grasas y descremadas. Éstas no proveen suficientes calorías para el crecimiento ni los suficientes nutrientes necesarios para un normal desarrollo.
Las fórmulas a base de leche de vaca son apropiadas para niños a término y prétermino que no tienen necesidades nutricionales especiales y no tienen acceso a leche materna.
Las fórmulas especiales deben ser utilizadas bajo supervisión médica.
La mezcla incorrecta de la fórmula es común y puede ser perjudicial para el niño. Siga cuidadosamente las instrucciones que se encuentran en el envase de la fórmula.