La depresión postparto es una forma de depresión que la madre experimenta después del nacimiento de su hijo. Es una combinación compleja de cambios físicos, emocionales y conductuales, y puede dividirse en tres categorías: tristeza postparto, depresión postparto y psicosis postparto.
Tener un bebé puede producir euforia, así como también agotamiento. Durante las primeras semanas después de dar a luz usted puede experimentar fatiga y algún dolor a medida que su cuerpo se recupera. Si usted es como la mayoría de mujeres, es posible que también experimente tristeza "de la maternidad" (tristeza posparto), una forma muy leve de depresión. Esta empieza entre tres y seis días después del parto, y dura hasta dos a seis semanas. Los expertos consideran que estos sentimientos son provocados por los cambios hormonales (especialmente bajos niveles de estrógeno o anormalidades de la tiroides), fatiga y sueño interrumpido. Los síntomas pueden incluir sentimientos de agotamiento, confusión y nerviosismo. En el período posparto, la mujer con "tristeza" llorará frecuentemente y lo hará por largos períodos de tiempo. Las pacientes describen que sus sentimientos son heridos con bastante facilidad, la irritabilidad desencadenada por los incidentes más pequeños, y lo más preocupante, que pierden interés por el bebé. Más de la mitad de todas las mujeres experimentan melancolía de la maternidad.
La depresión posparto (DPP), una afección más seria, afecta a alrededor de una de cada diez mujeres. Ésta generalmente empieza cerca de dos semanas después del parto, pero algunas veces puede no presentarse sino hasta tres a seis meses después de dar a luz. Ésta puede durar muchos meses y, si no es tratada, muchos años. Si usted ha experimentado depresión posparto antes, usted tiene un 70% de probabilidades de padecerla nuevamente. Las mujeres que han tenido complicaciones serias durante el embarazo tienen dos veces más probabilidades de padecerla que aquéllas que han tenido un embarazo relativamente fácil. Existe un riesgo de DPP del 15% al 25% en mujeres con una historia previa de depresión.
Los síntomas de la DPP son: sentimientos de inadecuación; incapacidad para resolver; pérdida de la concentración o la memoria; abatimiento o desesperación; pensamientos suicidas; desinterés por el bebé o preocupación excesiva por su salud; culpabilidad; ataques de pánico; sentimientos de estar "fuera de control" o "volviéndose loca"; dolores de cabeza; dolores en el pecho; palpitaciones, o hiperventilación. Otros factores que pueden contribuir a la depresión posparto son: la presencia de otros niños en la casa; dar a luz gemelos; ambivalencia acerca del embarazo, y tener antecedentes de depresión.
La psicosis posparto es un acontecimiento relativamente raro (1 en cada 1,000 nacimientos), cuyo comienzo se da generalmente durante los tres primeros meses del período de posparto y tiende a ser severa y rápida. Los síntomas incluyen: pérdida del apetito, hiperactividad, confusión, fatiga, cambios de temperamento, pérdida de la memoria, y delirios o alucinaciones tanto auditivas como visuales. A estas mujeres a menudo las abruma un agobiante sentido de vergüenza y desesperanza.
Los síntomas de la tristeza de la maternidad incluyen llanto, ansiedad, insomnio, cambios de temperamento, dificultad para la concentración, fatiga y pérdida de interés por el sexo. Si bien algunos de estos síntomas son similares a los de la depresión posparto, recuerde que la tristeza de la maternidad es menos severa y dura menos. Si tiene alguna duda, llame a su proveedor de cuidados de la salud.
La depresión posparto se manifiesta de dos formas: grave y leve. Se diagnostica depresión grave cuando cinco o más de los siguientes síntomas están presentes durante por lo menos un período de dos semanas. Se diagnostica depresión leve cuando de dos a cuatro de los siguientes síntomas están presentes durante por lo menos un período de dos semanas. En ambos casos, por lo menos uno de los síntomas debe incluir estar deprimida durante casi todo el día o ver disminuido el interés por las actividades casi todos los días. Si usted experimenta cualquiera de estos síntomas, llame a su proveedor de cuidados de la salud:
Usted puede hacer por cuenta propia muchas cosas para ayudar a aliviar la tristeza de la maternidad o la depresión posparto. Lo más importante es reflexionar y darse a sí misma algún tiempo para ajustarse a su nueva vida. Presentamos a continuación otros consejos:
Es importante comprender también que la depresión no es una actitud: "no puede simplemente salirse de ella". La depresión se desarrolla cuando cambios químicos en la forma en que funciona su cerebro comienzan a afectar cómo se siente. Es un problema médico y debería comunicarse con un proveedor de atención en salud para descubrir cómo obtener ayuda.
Muchas mujeres se benefician de grupos de apoyo o psicoterapia y del trabajo con un asesor capacitado. La terapia de grupo con otras madres de posparto puede ser de especial ayuda, porque la conecta con otras mujeres que también están pasando por la abrumadora transición a la maternidad.
La medicación también puede ser de mucha ayuda. Se cree que los cambios hormonales pueden causar depresión posparto y los tratamientos pueden intentar corregir los desequilibrios hormonales o tratar cambios relacionados con la depresión en la configuración química del cerebro. Si está amamantando, su médico puede ayudarla a comprender cuáles son los medicamentos que con menos probabilidad afectarán a su bebé.
Por sobre todo, asegúrese de obtener ayuda. Los estudios demuestran que la depresión no tratada tiene efectos de largo plazo sobre las madres y sus bebés. También causa tensión en los matrimonios y puede causar depresión en los padres. Si usted cree que tiene depresión posparto, comuníquese con su proveedor de atención en salud inmediatamente.
Lamentablemente, la depresión posparto no puede prevenirse, pero planificar con antelación puede ayudar. Mientras está embarazada, intente prepararse mentalmente para los numerosos cambios de estilo de vida que pronto tendrán lugar. Busque a alguien que le ayude con el bebé y con los quehaceres domésticos durante su primera semana en casa después del hospital; contrate cuidado infantil, de manera que pueda darse un receso regularmente, y decida con antelación qué necesita tener a mano para cuando llegue el bebé. El hecho de haber resuelto estos asuntos antes de dar a luz le proporcionará alguna estabilidad durante este período tan impredecible.
En un intento para impedir que ocurra la depresión posparto, se han propuesto varias intervenciones prenatales. El objetivo es ofrecer una transición suave a la paternidad. Estas intervenciones atienden una amplia variedad de esfuerzos para impedir episodios de depresión. Estas incluyen clases prenatales para enseñar habilidades para la paternidad, dependencia de ayuda de personas de apoyo entre ellos cónyuges, parientes, amigos y vecinos. Las futuras madres son alentadas a verbalizar sus temores y ansiedades antes de que llegue el bebé y continuar estas discusiones incluso antes del parto. Esta clase de enfoque educativo con atención específica al aspecto psicosocial del embarazo es muy prometedor.
P: Me he estado sintiendo maravillosamente desde que traje a mi bebé a casa hace un mes. ¿Me abandonará este sentimiento para dar lugar a la depresión?
R: Lo más probable es que no. Si bien la tristeza de la maternidad es común, y algunas mujeres sufren de depresión posparto, probablemente ya está fuera de peligro. Dado que la mayoría de los casos de tristeza de la maternidad empiezan durante la primera semana después de dar a luz y la depresión posparto se presenta después de la segunda semana, puede suponerse con confianza que usted se ha librado de ambas afecciones.
P: ¿Qué hay con el papá del bebé? ¿También él puede padecer depresión posparto?
R: Los nuevos papás, especialmente los primerizos, también pueden tener sentimientos de tristeza o ansiedad, especialmente por sentirse excluidos cuando toda la atención se centra en la madre y el bebé. Este es un buen momento para hablar entre sí acerca del hecho de ser nuevos papás. Intenten pasar solos algún tiempo juntos, incluso si es sólo por una hora. Muchos padres intentan planificar una cita nocturna regular, así pueden estar juntos sin el bebé. Tenga en cuenta que los papás también pueden deprimirse y deberían buscar ayuda si tienen alguno de los síntomas de depresión posparto.
P: ¿Es seguro tomar antidepresivos mientras se está amamantando?
R: Usted debe consultar con su médico o consejero de lactancia. La mayoría de las medicinas que las madres toman se filtran en la leche materna. Sin embargo, generalmente hay antidepresivos que usted puede tomar mientras da el pecho. Analice las opciones (que pueden incluir la alimentación con mamadera) con su proveedor de cuidados de la salud. Algunas mujeres se benefician de la terapia y no necesitan tomar medicamentos en tanto otras realmente necesitan tratamiento médico. Asegúrese de conseguir un tratamiento que funcione para usted.