El corazón del embrión es el primer órgano que se forma en su cuerpecito y, como la mayoría de los instrumentos complejos, comienza con algunas estructuras simples.
Regresemos a los 18 días después de la concepción… Al mirar el útero de la madre, se puede ver el embrión rodeado de su saco vitelino y su amnios. Hechemos un vistazo dentro.
Ésta es una vista lateral del embrión. En este momento, es aproximadamente del tamaño de una pasa. Ahí está la zona de la cabeza y esa área de color rojo ubicada un poco encima contiene dos tubos que se convertirán en el corazón del embrión.
Así se ven los tubos en una vista frontal.
Al vigésimo primer día, vemos que estos tubos cardiacos primitivos se han desplazado hacia debajo de la zona de la cabeza en desarrollo del embrión.
Para el vigésimo segundo día, los tubos se han fusionado y se han desplazado hacia el área que se convertirá con el tiempo en la cavidad torácica del embrión. Es más o menos en este momento que el corazón comienza a latir por primera vez…
Así se ve desde el frente.
Ahora, volvamos al décimo octavo día y veamos cómo sucede esto desde otro punto de vista. Aquí hay dos tubos en la zona del pecho del embrión vistos desde el frente. Fijémonos en esto… Durante los próximos dos días, estos dos tubos se fusionarán.
Y ésta es otra parte sorprendente, el tubo comienza en este momento a torcerse y enrollarse y durante los próximos ocho días forma una versión simple del corazón.
Para cuando el embrión se convierte en un feto a los dos meses, el corazón ya se parece a lo que será cuando el bebé nazca. Pero el parecido es sólo superficial. Dentro del corazón, las cosas son muy diferentes, tanto en forma como en función.
Este es el lado izquierdo del corazón de un recién nacido. Miremos más de cerca. Ésta es la aurícula derecha, el ventrículo derecho, la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo. Los dos principales vasos sanguíneos son la aorta y la arteria pulmonar.El trayecto de la sangre en el corazón del recién nacido funciona así: la sangre pobre en oxígeno del cuerpo entra en la aurícula derecha y luego pasa al ventrículo derecho. Del ventrículo derecho, la sangre es bombeada a los pulmones, en donde se llena de oxígeno. Luego, la sangre fluye de regreso al corazón y llena la aurícula izquierda y, de ahí, pasa al ventrículo izquierdo. El ventrículo izquierdo bombea la sangre rica en oxígeno por la aorta, la cual la lleva al resto del cuerpo del recién nacido.
Usted puede ver que el corazón del feto tiene los mismos componentes básicos que aquél del recién nacido, pero hay un par de diferencias importantes. Como la placenta suministra todo el oxígeno que el feto necesita, sus pulmones no son necesarios para realizar esta tarea y, por consiguiente, buena parte de la sangre del feto se desvía lejos de los pulmones a través de dos aberturas o conexiones. Se trata del agujero oval, que conecta las aurículas derecha e izquierda, y del conducto arterioso, que conecta la aorta a la arteria pulmonar.
A medida que la sangre entra al corazón por la aurícula derecha, parte de la sangre fluye hacia el ventrículo derecho, al igual que en el recién nacido, pero hay que notar que parte de la sangre fluye directamente hacia la aurícula izquierda a través del agujero oval. Esta sangre pasará directamente al ventrículo izquierdo y será bombeada hacia el cuerpo sin haber pasado por los pulmones. Además, parte de la sangre que sí entra al ventrículo derecho, que normalmente iría a los pulmones, nunca llega a ellos.
Veamos aquí. A medida que la sangre es bombeada del ventrículo derecho hacia los pulmones a través de la arteria pulmonar, parte de la sangre se escapa hacia la aorta a través del conducto arterioso, sin pasar por los pulmones. Estas dos importantes conexiones permanecerán abiertas hasta el momento del nacimiento.
Dentro de los treinta minutos siguientes a la primera respiración del bebé, el conducto arterioso se cerrará completamente y la tapa del agujero oval se cerrará como una válvula. Esto sucede debido a una mayor presión en el lado izquierdo del corazón y a una reducción en el lado derecho. Estos cambios en la anatomía del corazón hacen que la sangre fluya hacia los pulmones, los cuales cumplirán la función vitalicia de suministrar oxígeno al cuerpo.
Es increíble pensar que este órgano tan complejo haya comenzado como un par de tubos hace apenas dos semanas y media.
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